Elogiando el Amor

Relaciones Amorosas

Existen amenazas que se ciernen sobre el amor, una de ellas es el amor con cero riesgos, como algunos fondos de inversión, y otra es restarle importancia. Así es como lo considera Alain Badiou en su escueto e interesante libro Elogio del Amor, que versa sobre las relaciones amorosas.

1. El amor está amenazado

Este filósofo, escritor y docente considera que existe una fuerte tendencia a la mercantilización del amor, y además, de un tipo muy concreto de amor, que según él, se vacía de la esencia de este sentimiento. Se trata del amor sin riesgo, un amor con cero muertos. Este amor, desvirtuado, no deja nada al azar, no tiene consecuencias dolorosas, y si me apuras, pierde la intensidad y el significado que todos le atribuimos a este sentimiento o experiencia.

Otra de las amenazas que se ciernen sobre el amor, es el restarle importancia, a través de otro vaciado de contenido, y rellenándolo únicamente de placer, de hedonismo, es decir, es una forma más de disfrute, sin mayor trascendencia ni consecuencia. De esta manera, se evita de un plumazo cualquier tipo de experiencia auténtica y profunda de la alteridad del otro. En realidad, no sé si existe una relación con el otro o si se trata de utilizar al otro para cubrir necesidades propias sin más.

Alain señala estos dos enemigos: el contrato asegurador de protección de daños y riesgos en el amor, y el disfrute de las satisfacciones limitadas. Suena muy neoliberal ciertamente, y es curiosamente el eslogan de muchas empresas mayoritariamente en el universo de Internet que prometen éxito en la selección de una pareja y en la consecución del amor, previo pago y con seguro a todo riesgos.

2. Los filósofos y el amor

“Amar es reinventar el amor, ya se sabe” A. Rimbaud.

Alain Badiou distingue tres concepciones filosóficas sobre el amor muy contradictorias:

La concepción romántica que enfatiza el éxtasis del encuentro. La concepción comercial o jurídica por la que el amor se convierte en un contrato entre dos individuos libres que declaran que se aman pero se centran más en los beneficios del contrato (o los perjuicios), la igualdad, las ventajas mutuas, etc. Por último está la concepción escéptica, que considera el amor como una ilusión falsa.

Amor como construcción verdadera

Alain Badiou propone una cuarta concepción del amor, donde existe como una construcción verdadera. La verdad es un concepto extensamente desarrollado en filosofía, por lo tanto, ¿en qué se basa esta verdad que defiende Badiou? Él considera que el amor, es experimentar el mundo a través de dos y no a partir de la individualidad, es el mundo vivido a partir de la diferencia y no de la propia identidad. El proyecto común a partir del momento en que se decide vivir una prueba desde el punto de vista de la diferencia compartida.

Ojo, no se trata de la experiencia de la diferencia, veo algo diferente a mí y me apasiona (o lo detesto…), que lleva inexorablemente a un modelo de amor muy pasional en el plano de lo relacional. No, Badiou está hablando de la construcción del mundo a partir de una diferencia.

El amor no es una experiencia

Defiende que existe el encuentro con el otro, pero este encuentro no es una experiencia. En ningún caso concibe el amor como una experiencia en la cual me olvido de mí en beneficio del otro, el amor no me lleva arriba ni tampoco me deja abajo, es una proposición existencial:  construir un mundo desde un punto de vista descentralizado con respecto a mi simple pulsión de supervivencia o a mi interés bien entendido.

Se contrapone construcción a experiencia. Cuando dos personas que se aman ven lo mismo,  dos personas asisten al mundo desde un sujeto único, un sujeto de amor, que observa la perspectiva del mundo a través del prisma de su diferencia, de forma que nace un mundo, en el lugar de otro que llenaba la mirada personal.

El amor es siempre la posibilidad de asistir al nacimiento del mundo.

Bárbara Bravo. Terapia de pareja.  Collado Villalba