Conversación con una Endocrina
En una ocasión, hablando con una endocrina, me reconoció que más del 90% de los casos de obesidad o sobrepeso, tienen que ver con cuestiones emocionales o psicológicas.
Yo respiré aliviada, por fin un médico que lo reconoce, supongo y espero que en la realidad, haya muchos más. Espero también, que no sean sólo médicos, sino también otros profesionales que se dedican a la alimentación como los nutricionistas.
No contemplar la situación global de la persona en cuestión, no abordar sus estrategias de compensación emocional, sus penas, sus dolores, sus alegrías y los rituales asociados a cada emoción, nos alejan totalmente del éxito en un plan de adelgazamiento.
Endocrinos y psicólogos deberíamos trabajar paralelamente en cada paciente, bueno, en realidad, esto tendría que ocurrir con la medicina en general. ¿Acaso podemos separar nuestro cuerpo de nuestra vida emocional?. ¿No se relacionan bidireccionalmente?
Es decir, administrar una dieta del manual donde almacenamos centenas de ellas, sin haber explorado la vida de la persona que tenemos en frente, es abocarnos al fracaso.
Origen del Sobrepeso
Sin escucharla, sin empatizar, sin saber, qué lugar ocupa la comida en su vida no estamos trabajando el problema desde su origen. Estamos hablando de la comida, que tiene dos vertientes clave.
La primera es que a través de la nutrición establecimos los primeros lazos de apego con nuestra madre, que ya sabemos que es «la masa madre» de la construcción de nuestros vínculos emocionales, de nuestros rasgos, nuestra personalidad y carácter…, en fin, esta relación primigenia es nuclear.
La segunda vertiente, que no se puede separar de la anterior, es que a nivel fisiológico, la comida actúa como reforzante y como estimulador de sensaciones muy placenteras. Que la comida es un placer no es algo nuevo que yo me esté inventando.
Alborota la producción de neuroestimuladores que nos producen sensaciones muy agradables, como puede ser la serotonina, la dopamina, la hormona oxitocina que estimula neurotransmisores similares, el gaba, las endorfinas. O al contrario, ayudan a reducir neurotransmisores que nos producen ansiedad, como puede ser la adrenalina.
Por lo tanto, podemos utilizar la comida como sedante, para opacar otras emociones que sean aversivas (ansiedad, angustia, pena, confusión, etc.), o para producir sensaciones placenteras que de manera natural no estamos produciendo.
Enlace a un Esudio
En el siguiente enlace podéis revisar un estudio donde concluyen que las emociones son el principal obstáculo para la pérdida de peso:
Si quieres adelgazar, si te preocupa el sobrepeso, empecemos preguntándonos cómo utilizas la comida, en el plano situacional de tu vida, con toda la complejidad y detalles que sean necesarios, para comprenderte, para comprender por qué y para qué utilizas la comida.
Sólo así podremos avanzar.
Psicólogo Collado Villalba – Psicólogo Madrid Avenida de América