Establecer una definición de acoso laboral o mobbing no es sencillo. Distintos autores han trabajado en la descripción del fenómeno desde diferentes ángulos. Me basaré en el trabajo de Marie-France Hirigoyen,  especialista en acoso y maltrato psicológico.

El acoso moral en el trabajo se caracteriza por toda conducta abusiva: gestos, palabras, comportamientos, actitudes. Estas conductas por su repetición o sistematización atentan contra la dignidad o la integridad física o psicológica de un trabajador. Estas conductas ponen en peligro su empleo o degradan el ambiente de trabajo.

Hay tres factores fundamentales:

  • a) Las conductas han de ser reiteradas.
  • b) Implican una relación complementaria: el acosador o bien instaura una desigualdad o bien refuerza una ya existente para aumentar el poder (vínculo jerárquico o de subordinación).
  • c) No es necesario que las conductas sean intencionadas.

Voy a incidir en las conductas hostiles porque lo que me parece más importante es saber distinguirlas. Uno de los rasgos de las personas que acuden a consulta psicológica sufriendo acoso laboral, es la confusión generalizada. No diferencian tan claramente lo que son conductas abusivas de lo que no. Tienden a la justificación y la autoculpabilización. Esto ocurre también en otros tipos de acoso.

Conductas hostiles o abusivas:

Aislamiento y negativa a la comunicación. Es importante aislar al sujeto, de forma que no haga grupo con otros amigos o compañeros. Desde la exclusión la manipulación es mucho más exitosa. No se habla ni se mira a la persona objetivo. Las víctimas relatan tener la sensación de haber dejado de existir, de haberse convertido en transparentes.

acoso_laboralAtentado contra las condiciones de trabajo. El proceso de acoso moral no tiene nada que ver con la crítica a un trabajo mal realizado. Se dirige a usar el trabajo como pretexto para sabotear a una persona.

Ataques personales. El propósito es socavar la identidad de la persona objetivo mediante actitudes vejatorias, frases ofensivas, calumnias o rumores malintencionados. Se descalifica a la persona, le llaman a través de motes despectivos, descrédito, burlas, y es  diana de comentarios machistas, sexistas, racistas o insultos. Se ataca a la persona, y no al profesional, se ataca a lo humano de la víctima.

Por otro lado, una condición que ha de cumplir cualquier tipo de acoso se refiere a su duración y frecuencia. El acoso laboral se define por la repetición en el tiempo y a largo plazo de una o varias conductas hostiles.

Las conductas abusivas ocasionales o accidentales, consecuencia de una crispación puntual, no pueden calificarse de ningún modo de acoso moral. Esto es especialmente importante, porque actualmente estamos en un contexto en el que crecen peligrosamente las relaciones de acoso, particularmente en el ámbito laboral. Sin embargo existe la tendencia también peligrosa de tildar de acoso lo que puede ser una reacción de rabia puntual. Una descalificación aislada de alguien no entra en la categoría de acoso .

De hecho, se están documentando abundantes casos de manipulación a través de la acusación de acoso siendo ésta falsa (separaciones, divorcios, conflictos laborales, en grupos sociales, etc.).

Los conflictos

Muchos son los autores que consideran que el acoso laboral surge de un conflicto que ha degenerado. Aparece cuando el conflicto es imposible, porque la palabra y el diálogo se han censurado. No existen espacios de comunicación y no existen debates colectivos sobre la organización del trabajo.

Los conflictos son naturales, toda relación, interpersonal o grupal, de va de la mano del conflicto, y constituyen un motor esencial para el desarrollo de la relación. Es en el conflicto donde consolidamos el vínculo pues nos obliga a tener en cuenta la postura del otro y a reconocerle en tanto que interlocutor, y en tanto que persona. Si negamos la comunicación, de alguna manera negamos la existencia del otro, por eso es tan dañino.

Si el sistema es simétrico, y las fuerzas están igualadas, es más difícil que exista acoso o malos tratos. En el caso de que el litigo sea entre adversarios de estatus distintos, donde existe una jerarquía, es más frecuente que el problema no se nombre y no se escuche al que quiere expresar un desacuerdo. Generalmente beneficia al poderoso.

Si las tensiones y los resentimientos no se nombran, tienden a enquistarse y a actuar de forma soterrada, hasta que resurgen en otro lugar bajo la forma de violencia arbitraria.

Posible perfil de la víctima

La realidad es muy compleja, y todos los acosos se sitúan en un marco: según la historia de vida de la persona y el contexto, las reacciones nunca serán iguales. Hay personas que sabrán protegerse más y sufrirán menos. Hay rasgos de personalidad o situaciones que además pueden designar a una persona como víctima potencial.

Existen estudios que defienden que las personas que se encuentran en una situación de debilidad psicológica tienen más posibilidades de convertirse en objetivo de acoso. La baja autoestima produce una hipersensibilidad a la crítica y los acosadores son muy hábiles a la hora de detectar los puntos flacos y explotarlos. Además, la conducta de una persona deprimida, ansiosa u obsesiva puede provocar reacciones defensivas en los grupos, lamentablemente.

En otras ocasiones, la persona elegida para el acoso no cumple ninguna condición, es arbitrario, y va a funcionar como chivo expiatorio. Mientras que nos entretenemos con esta víctima y nos convencemos de su culpabilidad. En paralelo vamos evacuando otro tipo de problemas más importantes que generan conflicto y tensión..

Tratamiento psicológico

Por lo tanto para el tratamiento psicológico del acoso laboral, es fundamental saber de qué estructuras de personalidad partimos, y también de cómo está construida la autoestima, la seguridad y autoconfianza en la víctima. Sin trabajar estos factores, que tienen que ver con historias pasadas de la persona, superar la situación de acoso será más complicado.La claridad respecto a si existen conductas abusivas y cuáles son éstas es un pilar fundamental, porque desde el desconocimiento y la confusión somos más manipulables. Por supuesto, cualquier tipo de protección que podamos desplegar, será  de ayuda en el pronóstico favorable. Me refiero a grupos de apoyo, a sindicatos, comités de empresa, asesoría jurídica, terapia psicológica, redes de apoyo de confianza. Lo que produzca un reforzamiento de otros pilares identitarios en la vida de la víctima.

El tema del acoso laboral es muy extenso, mi intención ha sido clarificar cuáles son las características que lo describen, para  distinguirlo en caso de que estemos siendo víctimas de acoso. Necesitamos también diferenciar, si alguien intenta manipularnos acusándonos de un acoso infundado.

Si estás viviendo alguna situación similar, y comienzas a presentar sintomatología psicológica que te cause algún nivel de sufrimiento como puede ser insomnio, ansiedad, pensamientos recurrentes e intrusivos, falta de apetito, tristeza, irascibilidad, desmotivación, cansancio, etc. No dudes en ponerte en manos de un profesional de la salud mental.

Psicólogo Collado Villalba – Psicólogo Madrid Avenida de América

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