El síndrome de Noé es un intento de comprensión de un tipo de relación con animales que se traduce en condiciones insalubres para humanos y animales; la etiqueta es lo de menos, de hecho no está incluida en manuales de salud mental (no tardarán en hacerlo), pero nos ayuda a entender y organizar información. Muchos expertos utilizan el término acaparador de animales.ArcaDeNoe

Cuadro clínico:

Lo importante es describir el cuadro clínico, que se caracteriza por: la acumulación de un elevado número de animales, unido a la negación de los cuidados básicos y a la incapacidad de reconocer las consecuencias que esta negligencia puede tener para su salud y bienestar. La cantidad de animales que pueden ser reclutados por una sola persona es en ocasiones muy elevada aunque la cifra no está acotada.

No existe crueldad

Aunque exista maltrato por negación de prácticas de cuidado, no estamos hablamos de crueldad ni aparece deliberación y voluntad en estas conductas, sino que se trata de un síntoma de un trastorno más profundo. Ellos están fuertemente vinculados con sus animales, y les cuesta mucho deshacerse de ellos. Además presentan una negación respecto a su incapacidad de cuidarles adecuadamente, por lo que no ven ninguna razón para tener que dejar de tenerlos e incrementar su número.

Categoría diagnóstica diferenciada

Durante mucho tiempo ha sido considerado una variante del síndrome de Diógenes (acumulación de objetos en su mayoría inservibles) pero actualmente se apuesta más por una categoría diagnóstica diferenciada. Hay autores que relacionan los trastornos de acaparamiento compulsivo (el de animales no es el único) con trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos de personalidad. Trastornos del eje de la psicosis comparten también sintomatología con este síndrome, por lo que en ocasiones nos podemos encontrar esquizofrenia u otras como base. También existen registrados casos en los que aparece demencia y/o drogadicción acompañando éste síndrome.

Contexto social empobrecido

Generalmente nos encontramos con personas que tienen un contexto social empobrecido: ausencia de una red social funcional, aislamiento, exclusión económica y laboral, ruptura de las relaciones sociales y familiares, reclusión domiciliaria; en ocasiones vivieron situaciones traumáticas en su infancia, que han determinado un patrón de relación social. Con los animales han conseguido cubrir una necesidad de contacto y de afecto. Además, presentan una clara negación de la existencia de patología y, por ello, rechazo de cualquier ayuda.

Intervención psicológica

Por lo tanto, la intervención psicológica con este síndrome exigiría una revisión de las causas que les llevan a la reclusión y la sustitución de redes sociales por animales, así como las patologías de base (que en ocasiones pueden ser neurológicas) que les distancian tanto de la realidad como para no tener conciencia de la situación de maltrato e insalubridad en la que pueden estar viviendo. Acudir a un psicólogo y comenzar una terapia psicológica será de gran ayuda, siempre que consigamos vencer la negación del problema.

Mi forma de entender la psicología:

Estas categorías para organizar la información son de carácter meramente descriptivo y ayudan a la comunicación, pero pueden actuar como etiquetas. No tengo ninguna duda respecto a que las personas actuamos y desarrollamos sintomatología porque tenemos una razón para ello, por lo tanto, mi forma de trabajo considerará siempre las particularidades de la historia de vida de cada individuo, familia o pareja, con el objetivo de comprender qué sentido tienen, y sólo desde ahí poder resolver.

Psicólogo Collado Villalba – Psicólogo Madrid Avenida de América

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola
¿En qué podemos ayudarte?